Psicólogo en Sevilla para Trastorno por Trauma: Cómo sanar desde la raíz
Superar un evento traumático no es cuestión de voluntad. Cuando el trauma impacta el cuerpo y la mente, deja una huella profunda que puede condicionar la vida diaria. Como psicóloga especializada en trastornos por trauma en Sevilla, he acompañado a muchas personas en su proceso de recuperación, ayudándolas a recuperar el control de su bienestar emocional y a reconectar con su vida desde un lugar de seguridad
- El trastorno por trauma, como el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático), ocurre cuando una experiencia abrumadora sobrepasa la capacidad del cerebro para procesarla, dejando secuelas emocionales y físicas duraderas.
- Los síntomas pueden incluir recuerdos intrusivos, hipervigilancia y evitación de situaciones asociadas al trauma, afectando significativamente la calidad de vida y el bienestar emocional de la persona.
.¿Qué es un trastorno por trauma?
El trastorno por trauma, incluido el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), surge tras vivir experiencias extremas como accidentes, abusos, violencia o pérdidas súbitas. En muchos casos, el cerebro queda “atrapado” en una respuesta de alerta continua, generando síntomas como:
- Recuerdos intrusivos o flashbacks
- Hipervigilancia e insomnio
- Evitación de personas o lugares
- Aislamiento emocional
- Irritabilidad y cambios bruscos de humor
Estas reacciones no son exageraciones. Son respuestas naturales a una experiencia que sobrepasó la capacidad de adaptación emocional del organismo.
Además, el trauma puede afectar la autoestima, alterar la visión del mundo y generar una sensación persistente de inseguridad, incluso en entornos donde ya no hay peligro. Comprender esto es clave para dejar de culpabilizarse y comenzar el camino de sanación con compasión.
Cómo impacta el trauma en cuerpo y mente
El trauma no solo “se queda en la mente”. El sistema nervioso, la memoria emocional y hasta la percepción del cuerpo pueden verse alteradas. Es común que las personas traumatizadas vivan en un estado de hipervigilancia, con el cuerpo en alerta constante, como si el peligro aún estuviera presente.
El cerebro, particularmente la amígdala y el hipocampo, queda condicionado por la experiencia traumática. Esto explica por qué ciertos olores, sonidos o situaciones pueden activar reacciones intensas e involuntarias, incluso años después del suceso.
Muchos pacientes también experimentan síntomas físicos como dolores musculares, fatiga crónica, problemas digestivos o taquicardias sin causa médica aparente. Esto se conoce como somatización, y es otra forma en que el cuerpo manifiesta el impacto emocional del trauma.
¿Cómo saber si necesitas ayuda?
En mi consulta en Sevilla he tratado a personas que durante años vivieron con estos síntomas sin comprender su origen. A menudo piensan que “deberían estar bien” o que “lo superarán solos”. Sin embargo, si el trauma afecta tu calidad de vida, relaciones o salud, es momento de buscar apoyo.
Algunas señales de alerta incluyen:
- Sentirse bloqueado emocionalmente
- Tener dificultades para confiar en los demás
- Evitar constantemente ciertos recuerdos o lugares
- Cambios drásticos en el estado de ánimo sin causa aparente
Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza y deseo de sanar.
Reconocer la necesidad de apoyo profesional es el primer paso hacia una vida más plena. No estás roto, solo necesitas herramientas y un espacio seguro donde comprender tu historia y transformar tu relación con el pasado.
Tipos de trauma que trato en consulta
- Trauma agudo: Tras un evento único, como un accidente o una agresión.
- Trauma crónico: Exposición prolongada a situaciones dolorosas (violencia, maltrato).
- Trauma complejo: Vivencias traumáticas repetidas, especialmente en la infancia.
Cada uno de estos tipos requiere una aproximación terapéutica distinta, siempre adaptada al momento y ritmo del paciente.
También trabajo con trauma relacional, que puede surgir en vínculos afectivos tóxicos o negligentes, dejando huellas profundas en la forma de amar, vincularse y confiar.
Mitos comunes sobre el trauma
- “Si no fue una guerra, no fue un trauma” – Falso. Un trauma es cualquier experiencia que te haya sobrepasado emocionalmente.
- “Con el tiempo se pasa solo” – En muchos casos, el tiempo solo refuerza los patrones de evitación.
- “Solo los débiles se trauman” – No hay relación entre fortaleza y trauma. El cuerpo reacciona más allá de la lógica.
Desmontar estos mitos es parte del proceso terapéutico. Validar tu experiencia sin minimizarla es esencial para poder avanzar.
¿Cómo es la terapia para el trauma?
Trabajo con un enfoque integrador que combina:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Reestructuración de pensamientos negativos.
- EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular): Técnica efectiva para procesar traumas intensos.
- Terapia de exposición: Afrontamiento gradual del trauma en un entorno seguro.
- Mindfulness y estrategias de regulación emocional: Para vivir el presente sin miedo al pasado.
En consulta, creamos un espacio de seguridad emocional para que puedas enfrentar el trauma sin sentirte desbordado. La recuperación no es rápida, pero es posible. Cada avance es un paso hacia tu libertad emocional.
Además, parte del proceso terapéutico consiste en reconstruir una narrativa interna más compasiva, donde el dolor no se niega, pero deja de definirte. Sanar también es recuperar la capacidad de disfrutar, confiar y soñar sin miedo.
Beneficios de una terapia especializada en trauma
- Recuperar la sensación de control sobre tu vida
- Mejorar tus relaciones personales
- Dormir mejor y reducir la ansiedad
- Dejar de evitar situaciones por miedo
- Aprender a vivir sin culpa ni vergüenza
Sanar no borra el pasado, pero sí te libera del peso que te impide avanzar.
Y con el tiempo, no solo desaparecen los síntomas, sino que emerge una nueva versión de ti: más consciente, fuerte y conectada con lo que realmente importa.
Preguntas frecuentes sobre el tratamiento del trauma
¿Cuánto dura una terapia para trauma?
Varía según la persona y el tipo de trauma. Algunas personas avanzan en pocas sesiones; otras requieren un acompañamiento más prolongado.
¿Necesito revivir el trauma para sanar?
No necesariamente. Existen métodos como EMDR que permiten reprocesar el trauma sin revivirlo de forma dolorosa.
¿Se puede superar un trauma infantil en la adultez?
Sí. Aunque haya pasado mucho tiempo, es posible sanar y resignificar esas vivencias.
¿Por qué acudir a un psicólogo especialista en trauma en Sevilla?
He acompañado a muchas personas que han transformado su dolor en fortaleza. La clave está en recibir una atención profesional, empática y basada en evidencia. Como psicóloga en Sevilla especializada en trastornos por trauma, estoy aquí para ayudarte a sanar, paso a paso.
La terapia no borra lo vivido, pero sí te da la oportunidad de escribir nuevos capítulos desde un lugar de poder, calma y autenticidad.
Precios de la Terapia
Recomendación
En el caso de terapia Online será por Bizum al menos con 2 horas de antelación
Opening Hours
Aquí tienes 10 técnicas basadas en la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) especialmente útiles para mejorar o superar el trastorno por trauma:
- Exposición prolongada (EP):
Afrontar de manera gradual las memorias traumáticas, enfrentando las situaciones temidas hasta reducir la ansiedad. Es como “ver la misma película de terror tantas veces que acabas prediciendo hasta cuándo aparece el fantasma”.
- Reestructuración cognitiva:
Identificar y modificar pensamientos negativos o distorsionados derivados del trauma, para interpretarlos desde perspectivas más realistas. Básicamente, “reprogramar tu GPS mental para que deje de guiarte hacia el desastre”.
- Entrenamiento en inoculación del estrés (EIE):
Aprender estrategias específicas (respiración, relajación muscular, autoinstrucciones positivas) para manejar la ansiedad ante recuerdos traumáticos. “Algo así como un chaleco antibalas psicológico: mejor prevenir que lamentar”.
- Técnica de exposición narrativa (TEN):
Redactar o narrar repetidamente la experiencia traumática para integrarla y reducir su carga emocional. Es “convertir el trauma en una historia aburrida de tanto repetirla”.
- Mindfulness y atención plena:
Centrarse en el momento presente sin juicio, aumentando la capacidad de tolerar emociones negativas. “Dejar el drama y pasarse al presente, donde al menos no te cobran alquiler por pensar de más”.
- Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad:
Reforzar la confianza personal y mejorar la comunicación, especialmente para quienes evitan interacciones después del trauma. “Porque no todo se soluciona encerrándose en una fortaleza medieval mental”.
- Activación conductual (AC):
Promover actividades gratificantes para contrarrestar la evitación y apatía causadas por el trauma. “Menos Netflix y más salir a conquistar (literalmente) el mundo”.
- Psicoeducación sobre el trauma:
Comprender cómo el trauma afecta la mente y el cuerpo reduce la autoestigmatización. “Es tu manual de instrucciones, porque nadie nació sabiendo cómo ser feliz después de un trauma”.
- Desensibilización sistemática:
Exponerse gradualmente, acompañada de relajación, a recuerdos o situaciones traumáticas hasta neutralizar la respuesta ansiosa. “Como domesticar a un tigre emocional con croquetas psicológicas”.
- Respiración diafragmática y relajación muscular progresiva:
Técnicas físicas que reducen síntomas de estrés y ansiedad rápidamente. “Respira profundo, no tanto porque ‘todo esté bien’, sino porque al menos así no te desmayas de ansiedad”.
